Crónica Andres Birman.

A sala llena y con 24 canciones, confirmaron el gran presente de la banda, durante dos horas de show.
El lanzamiento de “Salud!”, disco en vivo grabado en el Gran Rex, fue la excusa para que Los Perez Garcia se reencontraran con su público en El Teatro Flores, donde ya juegan de locales. Desde temprano, los seguidores esperaban en la pista secundaria para cambiar su entrada por la novedad discográfica. Es que las primeras mil anticipadas venían con el flamante cd de regalo, que “está lleno de buenos momentos y no tiene sobregrabaciones; lo que pasó pasó y está ahí”.
Tras 25 años, los oriundos de Aldo Bonzi decidieron registrar el muy buen momento que atraviesan. La convocatoria en constante crecimiento y la frecuencia con la tocan en las salas más importantes de Capital Federal dan muestra de ello.
Habían pasado 20 minutos de las nueve de la noche, cuando las luces se apagaron, algunos presentes alzaron sus vasos de cerveza y todos recibieron con aplausos a los protagonistas de la noche del sábado. Ante ese marco, sonaron los primeros acordes de “Monoloco”. Inmediatamente, dejaron claro que no iban a guardarse nada y, pegada, sonó “Knock Out”, una de las más emblemáticas canciones de la agrupación. Durante “Resaca de carnaval”, llegó el saludo del cantante y guitarrista Beto Olguín, enfundado en campera de cuero y lentes negros: “¡Buenas noches, Flores! Es un gustazo que estén acá”, fueron las palabras de bienvenida y, después de “Los años que vivimos en peligro”, todos los presentes entonaron “vamos, vamos Los Pérez, un cantito que sería moneda corriente durante todo el show. Siguieron “Viejo lobo”, “Egoísta” y “Halcón peregrino”, que llegó con la noticia de que “todos los que se lleven el disco van a tener otro, más adelante, de regalo”, porque el álbum guarda un espacio para poner el segundo volumen.
Superados algunos problemas de sonido, fue tiempo de “Tan bonita”, “Más alto, más fuerte, más lejos” (“dedicada a Emiliano Brancciari, de No Te Va Gustar”, que la interpretó en el Rex), “Sin dormir” (“uno que hace mucho que no hacemos”, con destacada sección de vientos) y “Chica de mar”. A esa altura, el entusiasmo de músicos y espectadores era más que notorio. Luego de “A callejear”, toda la audiencia entonó el hit que hace más de un año repudia la gestión del Presidente de la Nación, ante lo que Beto exclamó que “nadie, ni siquiera ese hijo de puta, nos va a quitar esta alegría” y se llevó una ovación general.
Los Pérez continuaron con “Miro” y presentaron a Pablo Guerra -ex Piojos y Caballeros de La Quema– que prestó su guitarra para “Nena” (del debut “Buenas noches”, de 1997) y “Festejar”. El grupo arremetió con “Entretiempo” e invitó a Juani Rodríguez, voz de Andando Descalzo, para “Trucos”.
Ya había pasado buena parte del recital, pero quedaba más y así fue que sonó “Magdalena”, el hit de “Asuntos de familia” (2009), que fue acompañado por Manuel Quieto, de La Mancha de Rolando.
Para “¿Dónde está mi elefante?” eligieron incluir un fragmento del clásico de Los Redondos “Mariposa Pontiac – Rock del país” y, como preámbulo de “Contradicciones”, partes de “Sheena is a punkrocker”, de The Ramones y “Uno, dos, ultraviolento”, de Los Violadores.
Estaba llegando el final y Beto, ya con remera roja de los Stones, agradecía “a todos por pagar la entrada, porque está jodidísimo” y arengaba: “Esto es nuestro. ¡Aguante nosotros, los afectos y el rock!”. Fue entonces que llegó la seguidilla con más agite de la noche, en la que fueron muy festejadas “Después de hora”, “Todo eso que nos queda”, “Sigue la noche” -con Juani y Guerra sobre el escenario- y “Temporal”, que le bajó el telón al concierto.
Mientras el personal del Teatro Flores barría los vasos aplastados por el pogo, el público se dirigía hacia Avenida Rivadavia. Allí, intentaban “seguir la noche” recurriendo a la conservadora de algún vendedor ambulante.
Hace mucho que este sexteto viene recorriendo los escenarios argentinos, ganándose el reconocimiento del ambiente del rock. Sin embargo, en los últimos años se sumaron más seguidores, que lo llevaron a organizar sus fiestas en lugares más grandes. Fue así que en 2018 llegó a la calle Corrientes. Y así es que este sábado volvió al sur de la ciudad, a una sala de la que se volvió habitué y pareciera que empieza a quedarle chica. El presente anticipa un gran año para Los Pérez García.