Texto Andrés Birman
Fotos Edgardo Andrés Kevorkian (Instagram @indiosolarioficial)

La banda del Indio Solari se presentó en La Paternal ante 12.000 espectadores. El show fue en marco de una campaña solidaria por su baterista. El emblemático cantante interpretó dos canciones desde las pantallas.

El sábado Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, la banda que acompaña al Indio Solari, se presentó en el predio al aire libre junto al Estadio Cubierto Malvinas Argentinas. Este concierto, inédito hasta el momento, tuvo como propósito reunir fondos para que Martín Carrizo (baterista, ingeniero de sonido y productor musical del grupo) pueda viajar a Estados Unidos y continuar tratándose la Esclerosis Lateral Amiotrófica que padece. Con el mismo objetivo, en los últimos meses se abrió una cuenta bancaria para que quien pudiese colabore y se organizaron distintos festivales a beneficio.

Es -cuanto menos- llamativo lo que sucede alrededor de la figura más emblemática en la historia del rock nacional. Esto es algo que se dijo infinidad de veces y arrastra incontables muestras. Durante los últimos años, sus presentaciones dejaron imágenes de procesiones interminables, convocatorias que superaron la cantidad de habitantes de las ciudades que las albergaron y récords que serían luego batidos solamente por algún próximo show del cantante. Pero este fin de semana 12.000 personas corearon el nombre de una formación que se separó hace 18 años, sin aparente posibilidad de reencuentro y de la que, a priori, ningún miembro estaría sobre el escenario.

Poco antes de las 21.30, los músicos salieron a tocar y, si bien durante dos horas de recital se repartieron las voces, quien tomó el comando fue el guitarrista Gaspar Benegas. Desde el inicio con “Luzbelito y las sirenas”, quedó claro que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota dominarían la lista de 26 canciones. Sólo eligieron ocho de la carrera solista del Indio (“Martinis y tafiroles”, “Y mientras tanto el sol se muere”, “Pedía siempre temas en la radio”, “Todos a los botes”, “El tesoro de los inocentes”, “Pabellón séptimo”, “To beef or not to beef” y “Flight 956”).

12.000 espectadores vieron a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado y colaboraron con el tratamiento del baterista Martín Carrizo.

Al revisitar la obra de Los Redondos, Los Fundamentalistas abarcaron buena parte de la discografía y contaron con el aporte de unos pocos invitados: Lito Vitale, en teclados para “Masacre en el puticlub” y “Mariposa Pontiac – Rock del país” (a la que se sumó el saxofonista de Patricio Rey, Sergio Dawi). También fue de la partida Baltazar Colombo, hijo del saxofonista Sergio, que sumó su instrumento en “Queso ruso”, entre otras canciones. Además, se destacaron “Tarea fina”, “Ropa sucia”, “Gran lady”, “El arte del buen comer” y “La hija del fletero”. Pero, sin dudas, la mayor sorpresa de la noche fue la inédita “Honolulu”, en la voz de Luciana Palacios.

A pesar del apuro por las circunstancias, de no estar la formación completa -faltaron Déborah Dixon y Miguel Ángel Talarita– y algunos desajustes en las letras, Los Fundamentalistas dejaron en claro la calidad de  músicos que son y no sólo dieron un buen concierto, sino que le impregnaron emoción permanentemente.

El último tramo de la noche contó con las palabras de Cecilia “Caramelito” Carrizo, quien promovió la causa en los medios y subió al escenario para agradecer en nombre de su hermano, también ex baterista de A.N.I.M.A.L., Walter Giardino y Gustavo Cerati. La conductora televisiva reconoció que se siente muy acompañada y deseó que toda la energía generada vuelva hacia el público. Cerró su discurso afirmando que “esta es la mejor banda del mundo y cada integrante es un hermano para él”. Luego, sonó la infaltable “Juguetes perdidos”.

Cerca del final, las pantallas proyectaron un video de Solari, que entonó “Nuestro amo juega al esclavo”, aunque no pudiera estar presente en La Paternal, debido al avance del mal de Párkinson que lo aqueja. Gaspar Benegas señaló: “Estas imágenes que ven y la voz que están escuchando no son un material reciclado que nosotros sacamos de ningún lado. Sino que hace unos días fuimos a visitarlo, tocamos y grabamos estas canciones para que el Indio pueda estar compartiendo esta noche con todos nosotros. Es la forma que tiene para apoyar la causa de Martín, a quien quiere mucho”. De la misma manera, interpretaron “Un ángel para tu soledad”. Después de la tan esperada aparición, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado cerraron, como siempre, con “Ji ji ji” y el pogo más grande del mundo.

Así, la banda tocó por primera vez, desde que se formó hace más de quince años, en Capital Federal y por una causa noble. Queda a partir de ahora, la duda de si este formato quedará establecido o si se trató de una única vez, como aporte a la campaña solidaria por Martín Carrizo.

Lo que es indudable es que el Indio, ya sea en solitario o junto a Los Redondos, hace más de cuatro décadas que produce emociones en los distintos sectores sociales que agrandaron su figura hasta llevarla a su lugar actual: una parte ineludible y muy valiosa de nuestra cultura popular. Lo que rodea su obra ha construido un fenómeno del que cuesta encontrar antecedentes o similitudes a nivel mundial. Y eso es algo que, de una buena vez y dejando gustos de lado, sus detractores deberían comenzar a reconocerle.