Foto Ángel Ferrari
Repasamos la entrevista de febrero con el líder de Kapanga. Los 25 años del grupo y las nuevas canciones. Además, reflexionó sobre el machismo en la música argentina y los cambios que el feminismo propone a la sociedad.

El viernes 14 de febrero estuvimos en el show que Kapanga dio en The Roxy Live. Anticipándose a lo que luego sería el Rock en Baradero, la banda tocó buena parte de sus clásicos. Pero la presentación también fue el puntapié inicial de este año, en el que cumplirán 25 de carrera, en Capital Federal.
Aquella vez, sobre el escenario de Palermo y antes de tocar “Go”, el Mono comentó que adaptarían la letra y reflexionó: “Somos unos cavernícolas de otra época. Entendemos que hay cosas que están mal y tratamos de deconstruirnos”. En esa canción de “Operación Rebenque” (2000) -que hace referencia al final de una relación- el protagonista aseguraba querer matar a su pareja.
Sobre este tema, las nuevas generaciones, el aniversario y el próximo disco el líder de la banda quilmeña habló con Circo Romano al bajarse de las tablas.

– ¿Qué planes hay para Kapanga durante 2020?

– Lanzamos hace poco una canción nueva, que ya habrán escuchado, con Nahuel Pennisi. Se llama “Todavía”. Estamos preparando otras nuevas y esperando ansiosos noviembre para festejar los 25 años de Kapanga.

– ¿Tienen definido cómo publicar este material?
– Tenemos cinco o seis maquetas preparándose, de las cuales una ya elegimos para laburar y que sea el próximo corte, para que siga su curso como tiene que seguir. Ahora cambió la difusión y todo. Nosotros venimos con que los cortes duran cuatro o cinco meses, pero a mí me dicen que “Todavía” es viejo. Yo no me acostumbro, pero seguiremos la línea que siguen todos, de sacar singles. Que tampoco es algo nuevo. Sandro sacaba un simple y traía dos canciones: un hit y un lado B. Después te hacía una película, pero los temas salían de a uno y después el long play. Ahora es más o menos lo mismo, pero todo mucho más rápido y más apurado. Me imagino que él se tomaría dos años para grabar un disco y acá te tenés que tomar quince minutos. Nuestra decisión es sacar un disco de ocho o nueve canciones y alguna que otra sorpresita.

– Hoy, antes de tocar “Go”, comentaste que hiciste un trabajo de deconstrucción y que iban a modificarle la letra, por los tiempos que corren. ¿En qué parte de ese laburo estás?
– Obvio que nos falta un montón. Hay mucha discografía, desde el tango hasta el rock, que fue -fuimos- muy machistas en algún punto. Desde hace muchos años. Hoy las mujeres tomaron una posición, ganaron unos espacios que antes no los tenían, como el cupo femenino en los festivales. La música argentina siempre fue machista. Yo tengo 50 y cuando crecés en ese tipo de sociedad, se te pegan las cosas. Y para deconstruir eso nos hace falta mucho trabajo, aprender un montón, que lo estamos haciendo y se lo tenemos que agradecer a ellas. Se trata de tener otra postura y poder decir “no, boludo, no estaba bien”. Con las novelas de Arnaldo André nos cagábamos de risa. Yo no le levanté la mano nunca a ninguna mujer, pero como él debía haber miles. Y femicidios habría miles. Antes, había un caso y se pensaba si se habrá puesto una minifalda, si lo habrá hecho poner celoso, qué hizo. No, la mató. No importa el motivo, porque no lo hay. Creo que tratamos de pensar las cosas dos veces. Antes, por ahí, hablábamos más o jugábamos un poco ese juego. Pero hoy ya está fuera del foco eso. Si no te lo replanteás, algunas canciones no las podés tocar más. Esa no es una canción que toquemos mucho, la volvimos a sacar a las pistas hará un año y medio o dos y la primera vez que volví a cantarla me sonó re mal. Les dije a los pibes: “Estamos diciendo que la queremos matar. No es chiste, no es simpático”. Por eso elegimos cambiarle la letra.

– ¿Tener un hijo de 18 años te ayudó a cambiar la cabeza?
– Los chicos de la edad de mi hijo tienen otra cabeza. Están como tendríamos que estar nosotros. Por suerte, la vida es enseñanza y si un chico de 18 me enseña algo, es un golazo. Y si una mujer me muestra que algo que yo tenía pensado era errado, es super positivo, no lo veo como algo negativo. Es un laburo entre todos y vamos a lograr sacar de una vez al machismo.