Crónica Andrés Birman
Fotos Ángel Ferrari
La banda de Quilmes se presentó en Capital antes del Rock en Baradero. Durante una hora repasaron sus clásicos y hablaron de deconstrucción. El Mono charló con Circo Romano.
El viernes pasado, en The Roxy Live, se llevó a cabo la fiesta previa a las tres fechas del festival Rock en Baradero 2020. Dos bandas que serán de la partida en el encuentro que se desarrollará a 150 km de Capital Federal tocaron en el recinto de Palermo, para calentar motores y mostrar al público con qué va a encontrarse entre el 22 y el 24 de febrero.
A las 21.15 salió a escena Rivales. Los diez músicos platenses descargaron su batería de ritmos bailables, que pasan mayormente por el reggae y el ska. La gente prestó atención durante la media del set a un repertorio que le resultó desconocido. Sobre el final, el cantante Quique Constant comentó que “este año tendríamos que sacar temas nuevos y agregarlos a los dos discos que ya hemos publicado”. Se llevaron el respetuoso aplauso de muchos presentes que esperaban por la banda principal.
Media hora después de las 22, volvió a abrirse el telón y Kapanga -que es sinónimo de entretenimiento asegurado- dio inicio a su concierto de catorce canciones, algo más acotado de lo normal. El arranque fue a puro hit, con “El albañil” y “No me sueltes”, reflejando la tradicional mezcla entre rock y cuarteto que patentaron hace ya un cuarto de siglo. Pronto, bajaron algunos cambios al incluir “Miro de atrás” y “Todavía”, la canción que estrenaron recientemente, grabada junto a Nahuel Pennisi.
Después, el Mono -con musculosa negra de Sin Ley y pantalón corto- hizo alusión a la fecha que se conmemoraba: “Hoy es 14 de febrero y, en días como estos, envidio a los enamorados. Feliz San Valentín”. Continuó “El Universal”, uno de los más festejados de la noche, y bromeó: “No damos más, estamos muy cansados. Ya es como 68 de diciembre”. Luego, sonó “Descarte”, de “Motormúsica”, su última publicación hasta el momento, que data de 2015.
El único invitado del show fue Tobías Fabio, miembro de Los Tabaleros e hijo de la voz líder de Kapanga. Mientras se acomodaba la guitarra, su padre se dirigió al público para hacer una interesante autocrítica: “Somos unos cavernícolas que tienen 50 años. Hoy hay un cambio muy grande. Entendemos que hay cosas que están mal y tratamos de deconstruirnos”, reconoció antes de tocar “Go”. Es que en aquella canción de “Operación Rebenque” (2000), cuya letra refiere al fin de una relación, el protagonista aseguraba querer matar a su ex pareja. Por eso, anunció un cambio de frases y alentó a escuchar al movimiento feminista. Y por último, señaló que “antes nos cagábamos de risa con un cachetazo en la televisión”.
El “bloque punk” siguió con “La Taberna” y “Demasiado”. Para “Desearía”, el carismático cantante bajó a entonar las estrofas y a abrazarse con los presentes. De regreso en el escenario, entre risas, exclamó: “Che, me faltan la plata y el celular”. Luego, junto al guitarrista Maikel De Luna Campos, improvisó una versión de “Ouke”, de Ca7riel y Paco Amoroso.
El cierre llegó con una catarata de clásicos que incluyó “Rock”, “La crudita”, “Me mata” y “El mono relojero”, aquel himno contra la prohibición de bailar hasta el amanecer que Duhalde impulsó en los noventa. Entonces, San Valentín volvió a las palabras del cantante. El Mono aseguró que Kapanga es el amor de su vida y que “duró más que el matrimonio”. Los músicos dejaron la escena, mientras se preparaban para llevar alegría a Córdoba.
La presentación en The Roxy Live significó la primera de un año muy importante en la historia del combo quilmeño. Es que el grupo no se queda quieto y, mientras encara el tramo final de su gira de verano, ultima detalles para debutar en Colombia. Pero además planea la salida de nuevo material, en marco de los festejos por sus 25 años de carrera, en una sala a confirmar.
Nuevos tiempos y machismo en la música
Después del recital, Circo Romano charló con el Mono. El vocalista amplió el concepto sobre sus palabras anteriores: “Obvio que nos falta un montón. Hay mucha discografía en la que desde el rock fuimos muy machistas. Hoy las mujeres tomaron una posición y ganaron espacios que antes no tenían. Cuando crecés en este tipo de sociedad, se te pegan las cosas. Para terminar eso nos hace falta mucho trabajo y aprender un montón, que lo estamos haciendo y se lo tenemos que agradecer a ellas. Se trata de tener otra postura y poder decir ´no, boludo, no estaba bien´. Yo no le levanté la mano nunca a ninguna mujer, pero femicidios habría miles. Antes, había un caso y se pensaba si se habrá puesto una minifalda, si lo habrá hecho poner celoso, qué hizo. No, la mató. No importa el motivo, porque no lo hay. Creo que tratamos de pensar las cosas dos veces. Antes, por ahí, hablábamos más o jugábamos un poco ese juego. Pero hoy ya está fuera del foco. Si no te lo replanteás, algunas canciones no las podés tocar más. No es una canción que toquemos mucho, la volvimos a sacar a las pistas hará un año y medio o dos y la primera vez que volví a cantarla me sonó re mal. Les dije a los pibes: ´Estamos diciendo que la queremos matar. No es chiste, no es simpático´”.