El cineasta fue encontrado sin vida ayer en su domicilio. Tenía 64 años. Por el momento, no se conocen detalles sobre la triste noticia.
En 2007 dirigió Luca, el documental que contó la historia del líder de Sumo, partiendo de la voz del propio cantante, tomada de las cintas que enviaba a sus familiares desde la Argentina. Recorrió sus años en Italia e Inglaterra, su llegada a nuestro país, la amistad con Timmy McKern y la formación de la banda que cambiaría la historia del rock argentino, entre otros aspectos.
La realización demandó más de una década e incluyó viajes a Europa para entrevistar a Michella Prodan y Cecilia Pollok (hermana y madre de Luca, respectivamente). Esta producción también requirió traslados a Gordonstoun -escuela inglesa en la que cursaba el vocalista-. Andrea Prodan, Germán Daffunchio, Alejandro Sokol, Stephanie Nuttal (primera baterista de la banda) y Gillespi brindaron testimonio ante las cámaras.
Espina comenzó su carrera en 1983, como asistente de dirección de Luis Puenzo en La historia oficial, film que obtuvo el Óscar a mejor película de habla no inglesa y para el que se encargó del casting. Tres años después realizó el corto El día que reventaron las lámparas de gas, en el que se dio el lujo de dirigir a su amigo Luca; junto a Luis Ziembrowsky, Andrea Flechner, María José Gabin y Roberto Catarnieu. Además, filmó videoclips con Las Pelotas y Los Piojos.
El 17 de mayo de 2019, día en que Prodan hubiese cumplido 66 años, charló con Circo Romano para recordarlo.
Compartimos algunas frases que nos dejó aquella noche:
“La película me llevó 14 años, pero el tiempo nos ayudó muchísimo. Porque nunca se dejó de buscar y apareció muy buen material, que fue haciendo cambiar el guion. Es ideal para un documentalista para madurar, asociar y buscarle la forma a la historia”.
“Los casetes que enviaba a su familia en Europa fueron fundamentales, porque nos dieron la posibilidad de que él cuente la película. Hay una parte en que dice: ´Estoy solo esta noche, veo las estrellas, me voy a tomar algo y les voy a contar mi historia´ y ese fue el comienzo. Lo cuento ahora y me emociono”.
“Pienso ahora en los ochenta, me agarra la etapa nostálgica y me voy a poner triste. Fue una etapa fuerte para los de mi generación. Se habían ido los milicos, los artistas salieron a la calle y ahí estuvo Luca, que le tocó ser profeta nuestro en una época que musical, política y socialmente fue muy importante. Ahí lo conocimos, en la calle”.
“Él amó Roma e Inglaterra, fue un ítalo-anglo-argentino. Y es nuestro. Traspasó el tiempo, el espacio y quedan su música, su personalidad, su enseñanza, su coherencia y su humor. Si uno repasa las cosas que hizo en sus 33 años, quizá su vida no fue tan breve”.
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