Tras una breve pausa, sean bienvenidos al sexto episodio de nuestra columna musical en Circo Romano: #HASHTAG.
En cada episodio semanal de #HASHTAG, María Carolina y Victor nos llevarán en un viaje musical de descubrimiento, para conocer a los nuevos artistas argentinos que están marcando tendencia. Hoy, presentamos dos artistas que son una bomba: Cazzu y Duki. Escuchá la columna este miércoles desde las 22hs:
#HASHTAG
Episodio 6: Cazzu + Duki
CAZZU
Hoy vamos a hablar de La Jefa: hace 26 años nacía en Jujuy Julieta Cazzuchelli, a.k.a. Cazzu.
Desde Fraile Pintado, un pueblo de 12.000 habitantes, Cazzu comenzó a recorrer géneros, escenas, kilómetros y críticas, hasta llegar a sonar en los autos, los parlantes y las pistas de todo el mundo.
Comenzó a cantar a los 11 años junto a su padre folclorista. Fue una niña emo que pasó por el rock y el rap, cantó cumbia y reggaetón, dominó el trap y se convirtió en la reina de los ritmos urbanos. Hoy sus videos juntan más de 3000 millones de reproducciones, convirtiéndose en un fenómeno que la industria todavía no entiende y que tuvo un impacto global.
Sus primeros videos en 2017 la muestran como una mujer emponderada, caminando con presencia por el barrio, sus trenzas coyas, las manos marcando el compás y un paisaje urbano que marcaba su llegada a la ciudad de Buenos Aires.
«Siempre tuve ese cambio de personalidad absoluto donde puedo ser una bad bitch, un ángel, cantar folclore y pasar en un segundo a Pantera, era normal para mí, y después llegaba al estudio a cantar un flash re lady, tipo Karina La Princesita».
Colaboró con decenas de artistas, desde el under a los más populares, pero fue el tema “Loca” (de 2018) junto a Khea y Duki, el que la hizo conocida en el país y el continente. Gracias a ese éxito, llenó tres funciones del Teatro Opera en 2019. Sus featurings junto a artistas caribeños como Alex Rose, Tainy, Sean Paul y el popular “Tumbando el Club” junto a la primera plana del trap local, suman millones de reproducciones en Spotify y Youtube.
De la mano de sus colaboraciones con J Balvin y el productor Fabio Acosta, las puertas de la música internacional se abrieron para Cazzu. A fines de 2019 viajó a Puerto Rico para cantar junto a Bud Bunny en el famoso “Choli”, el Coliseo de San Juan, meca del reggaeton, ante 20mil personas. También viajó a Estados Unidos para actuar en los American Music Awards y, a su vuelta, comenzó a organizar sus primeras dos fechas en el Luna Park, que debieron ser suspendidas por la pandemia.
«Que yo sea la Jefa significa que otras vendrán después y podrán superarme: Nicki Nicole, María Becerra, Louly, las pibitas de la RIP Gang, y todas las que van a venir, que tengan el privilegio -y por eso me siento muy agradecida- de saltear una parte que me tocó muy hardcore. Estuve ahí para hacer ese cambio y siempre fue el objetivo: que esas pibas no tuvieran que pasar por lo que pasé yo».
A pesar de su popularidad, ser mujer, jujeña y exitosa parece transformarla en el blanco del racismo, el moralismo y la misoginia en redes sociales, que ella esquiva con buenas ideas y mucho perreo.
Cazzu no les escapa a las grandes discusiones sobre racismo y feminismo, con una posición firme y muy personal.
En el exterior aparenta ser una guerrera amazona, pero en su intimidad es tranquila e introvertida. No toma alcohol, es vegetariana y se pasa el día dibujando. En sus videos exuda una una sensualidad que fascina -y escandaliza- al público. Sin embargo, Julieta viene de una familia matriarcal donde los principales valores son la independencia y la libertad.
Hoy, en plena cuarentena, grabó su nuevo EP “Una niña inútil” –basado en poemas de Alfonsina Storni- en la soledad de su casa. Se despojó del pudor y de la presión, y abrazó la incorrección política para hacer una apuesta arriesgada. Cazzu dejó de lado el trap y el reggaeton para experimentar con sonidos más suaves y ritmos más cercanos. En propias palabras de la Jefa, se abre una nueva etapa de experimentación.
Cazzu – N.A.V.E.
Cazzy – Bounce
Cazzu – Miedo
Cazzu – BZRP Session #32
DUKI
Mauro Ezequiel Lombardo nació en el barrio de Almagro, Buenos Aires en 1996. Se expresa sobre si como un niño que siempre intentó llamar la atención.
Duki comenzó a tener interés por el hip hop y trap latino a la edad de siete años. Escuchaba mucha variedad musical, pero sobre todo rap estadounidense, 50Cent y Eminem, que lo influyeron de cara al futuro. A los 14 años empieza a prestar su atención a las batallas de freestyle en las que comienza a participar en el 2013. La primera fue en el encuentro «Madero Free«, ganando un “2 vs. 2”.
«Quiero a través de las entrevistas que la gente me conozca un poco más, y que se sepa de mi más que la imagen que a veces uno tiene o por ahí se refleja en las redes sociales o en los videos que a veces es más cerrada. El desarrollo artístico, por la globalización, por las redes sociales, es mucho más instantáneo, dinámico».
«No me rompan las pelotas: quiero hacer mi música y ya. Quiero hacer música con gente que quiera hacer música. No con quien quiere ganar un Grammy para subir una foto en Instagram. No me importa tu Grammy».
En 2015 se anota en El Quinto Escalón de Parque Rivadavia. Ahí entrenó el rapeo y obtuvo buenos resultados. Dos años más tarde sale ganador junto a MKS contra Paulo Londra y Beelze. Las repercusiones y su creciente fama lo hacen grabar sus temas en forma profesional. Ese mismo año edita su primer sencillo, con producción de BZRP, titulado “No Vendo Trap” que lo termina de convencer de que ese es el lugar que quiere ocupar y deja de lado las batallas. Meses más tarde graba “Loca”, junto a Khea y Cazzu que hoy ya está rondando las 500 millones de reproducciones.
Su álbum debut titulado «Súper Sangre Joven» de su propio sello SSJ Records lo posiciona como el rey indiscutible del trap argentino. Este disco está repleto de invitados de la escena latinoamericana, y de sonidos y estilos diferentes, navega por el trap en italiano, bases de tango, sonidos a lo Travis Scott, incluso reggaetón, el dancehall jamaiquino y el R&B.
El 24 de junio de este año festejó su cumpleaños número 24 con nuevo lanzamiento. Se trata de “24”, nombre de su EP que dura también 24 minutos y cuenta con 8 canciones grabadas en cuarentena en su home studio, con un sonido más “pesado”. En agosto el Duko se hunde en el Drill con “EO EO”; este subgénero del Trap se originó en Chicago y tiene como objetivo dar visibilidad a diferentes cuestiones sociales. Ritmo que hoy está siendo tendencia en el mundo. En este tema plasma el ascendente camino de su carrera y las emociones que transitó desde sus comienzos en la plaza hasta ser uno de los máximos exponentes del género en habla hispana.
“El director de Sony me citó y básicamente me ofreció un contrato para robarme, dice Duki. Y a la presidenta de Universal, le dije: Mirá, la voy a hacer corta: yo no soy Lali Espósito, yo no quiero fama. Yo soy un pibe que viene de no tener nada, y quiero ser una leyenda musical, ¿entendés? Yo tengo más hambre que toda la gente que está en este edificio. Me voy a comer el mundo. No quiero un contrato pop, no soy Sebastián Yatra, que lo vas a poner a hacer prensa. Las bolas. Yo voy a hacer mi música y lo único que necesitás es eso”
“Vivo de vacaciones, es así. Vivo el fucking sueño americano, laburo con mi familia, me encanta tocar y me pagan por eso. Hago música como quiero cuando quiero y con gente que me quiere y yo quiero.”
Hundido en la fama rápida e imparable y la ostentación, se vió peligrosamente metido en las drogas y reconoce haberse patinado tanto dinero, que al tocar fondo, decidió correrse del entorno en el que estaba y se refugia en su más preciado tesoro, que siente que lo salvó, su familia. Hoy su hermano, ingeniero en sonido, trabaja en su producción y a su padre, que tenía dos trabajos para solventarse, lo invitó a que manejara la parte contable.
Sus letras son parte de su historia y de lo que siente, habla de drogas, de amor, fama, billetes y dispara fuerte contra las críticas. Es fácil ir conociendo más a Mauro si prestamos atención a sus canciones. Impuso el uso del polémico autotune. Pasó horas en el estudio de grabación aprendiendo cómo romper la voz y desafinar en sus grabaciones para plasmar el sonido tal cual lo cranea cuando compone.
Duki no solo fue el primer freestyler de El Quinto Escalón en llegar al millón de reproducciones con un tema propio, sino también el primer trapero argentino en tocar (y agotar) un Luna Park y hacer lo mismo unos meses antes en el Gran Rex. Ir contra las discográficas y armar su sello le dio la libertad de mostrarse como es y abre sus puertas a muchos pibes que quieren prenderse en esta movida. Supo poner al trap como un género sólido en la escena musical mundial mediante la experimentación entre diferentes influencias. Sin dudas que va por buen camino hacia sus metas. Duki no llegó al trap para hacer historia, Él es la historia del Trap en Argentina.
Duki – Por mi nombre
Duki – Pastillas
Duki – Goteo (El Paredón Session)
Duki ft. Vicentico – Entre cuatro paredes