Si bien repasó sus cuatro álbumbes, Sueño de Pescado basó el show en las canciones de “La Palabra” y “Sangre en tus luces”.La banda platense tocó vía streaming durante casi dos horas y repasó sus cuatro discos, con una puesta en escena a la altura de cualquiera de sus shows presenciales.

Texto: Andrés Birman

Cuando comenzó el 2020, seguramente los integrantes de Sueño de Pescado no imaginaron que la industria de la música estaría quieta durante tantos meses. Tampoco que esta situación los llevaría a celebrar sus primeros siete años con un show por streaming, formato que -si bien permite acortar distancias con su fiel público- dista mucho de lo que es un concierto tradicional.

El grupo con más proyección de La Plata debía encarar este nuevo desafío el último sábado y decidió poner toda la carne al asador con una puesta en escena a la altura de sus presentaciones habituales y 27 canciones a lo largo de casi dos horas, sin problemas de sonido y con muy buena calidad de imagen.

Un escueto “buenas noches” del cantante y guitarrista Manuel Rodríguez recibió a quienes seguían la transmisión desde sus casas y una seguidilla de canciones de “La palabra” (su más reciente disco) dio el puntapié inicial. Las cuatro elegidas fueron “Una vuelta más”, “Riña de gallos”, “Floresta” y “Peregrinos”. Fue entonces que el líder de la banda dejó ver su emoción porque “después de un montón de tiempo nos juntamos” y reconoció que “este es un momento muy difícil, pero hermoso”.

La agrupación continuó el repaso de sus cuatro álbumes de rock crudo con “Mi cielo te dejé”, “Fantasmas”, “Sombras”, “Barcos hundidos” y “La palabra”. Mientras terminaba “Dejarlas sangrar”, Rodríguez miró al guitarrista Juan Manuel Calabró (quien exhibía una SG con la firma de Skay Beilinson) y exclamó: “¡Qué emoción, loco! Recién lo veía al Guachi tocando y… Sueño de Pescado es importantísimo para nosotros”.

 Si bien repasó sus cuatro álbumbes, Sueño de Pescado basó el show en las canciones de “La Palabra” y “Sangre en tus luces”.


Si bien recurrieron a todas sus producciones para armar la lista, la columna vertebral del recital estuvo marcada por los temas de sus últimas dos placas y así fue que pasaron “Sur desconocido”, “Mil pasos”, “La fe” y “Nube negra”, dedicada “a todos los que tienen sentido de pertenencia”. En ese momento el vocalista gritó: “¡Vamos Argentina!”. “Tenemos el mejor país del mundo, defendámoslo”, continuó, y resaltó que “está todo muy raro”.

Corría la mitad del show cuando sonaron “Persigue mi andar” y “Negrita”. Antes de “Sangre en tus luces”, Manu dijo que “había olvidado cuánto los quería. Esto es para toda la vida, es de verdad y de corazón” e, inmediatamente, bajaron un cambio con “Pude”.

Para el final dejaron un bloque de infaltables de las primeras placas, del que formaron parte la poderosa “Carcelero”, las memorias de noches de bajón de “Los años ligeros”, “Probaste un buen dolor” y el recuerdo de una traición en “Rock sin vuelo”, de la que hicieron una versión más tranquila que la original, pero que incluyó un “cagón” dirigido al destinatario del tema. Este tramo culminó con dos de su debut discográfico: “Venganza primavera”, que le da nombre, y “Ladran, Sancho”.

Para la despedida eligieron “Todo se va” (que bajó un cambio con respecto al registro de “Siglo Pánico”, de 2016), “Las verdades” y “Maquinado”. La imagen final de los músicos abrazándose entre instrumentos y equipos precedió a las últimas palabras: “Es el dream team del rocanrol de La Plata. Los queremos con todo el corazón. Esto cuesta un montón y es un orgullo estar juntos”.

El encuentro sirvió para celebrar un nuevo aniversario de una manera atípica, pero bien resuelta. Habrá que esperar para saber qué le depara el futuro inmediato al grupo de la ciudad de las diagonales. Más allá del aspecto musical, la respuesta quedará ligada directamente a la situación de la cultura de nuestro país, a su vez atada a la realidad sanitaria. Mientras tanto, las transmisiones vía streaming ayudarán a mantener en movimiento una industria que se anticipa como una de las últimas en regresar a su antigua normalidad.

“Este es un momento difícil, pero hermoso. Había olvidado cuánto los quería”, dijo el cantante Manuel Rodríguez.

La banda de La Plata tocó veintisiete canciones, sin problemas de sonido y con buena calidad de imagen.

  El streaming de Sueño de Pescado contó con una puesta en escena a la altura de cualquiera de sus presentaciones habituales.

La guitarra SG de Juan Manuel Calabró con la firma de Skay Beilinson, ex guitarrista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.